Pozo canadiense para reducir consumo energético por climatizar espacios interiores

El uso del pozo canadiense, también llamado provenzal, según la finalidad para la que se use, calentar o refrescar los espacios interiores, en invierno y en verano respectivamente, permite reducir la demanda energética, reduciendo así el consumo de energía. Te explicamos porqué y esperamos tu comentarios al final.

06-11-2023

¿Qué es un pozo canadiense y para qué sirve?

Un pozo canadiense consiste básicamente en un intercambiador de calor. Es decir, es algo parecido al suelo radiante que podemos instalar en el suelo de nuestra vivienda. Aunque, esta es una manera muy simple de explicar qué es un pozo canadiense, sin embargo puede servir para describir de una manera gráfica en qué consiste. No obstante las diferencias son las siguientes:

El pozo canadiense es un intercambiador de calor que se instala en el terreno fuera del edificio. Generalmente entre los 2 y los 5 metros de profundidad donde la temperatura del suelo es constante todo el año.

La instalación se compone básicamente de una red de conductos, un pozo donde se recoge la humedad del aire que condensa y un sistema que mueve el aire. Este último puede ser un ventilador mecánico o una chimenea solar.

– Los conductos del pozo canadiense conducen aire desde el exterior hacia el interior del edificio. Por lo tanto existe una boca de admisión en el exterior pon donde entra el aire y una boca de expulsión en el interior.

También es conveniente el uso de filtros para evitar la acumulación de suciedad en el interior de los conductos. También sirven para purificar el aire.

Ejemplo de pozo canadiense aplicado en arquitectura pasiva:

pozo canadiense geotérmico

¿Cuál es la función de un pozo canadiense?

Un pozo canadiense sirve básicamente para pre-tratar el aire que entra en un edificio con el objetivo de alcanzar el confort térmico interior de los usuarios. En una vivienda, por ejemplo. Durante el invierno la temperatura de confort en el interior es de 21ºC. En cambio en verano es de 26ºC. Sin embargo la temperatura en el exterior puede ser diferente. Mayor o menor a la temperatura de confort según la época del año. Es entonces cuando hay que acondicionar el aire interior.

A diferencia de la temperatura del aire, en el exterior o en el interior de los edificios, la temperatura del subsuelo se mantiene constante todo el año. Entre los 15ºC y los 23ºC generalmente y dependiendo del tipo de terreno y del clima de la zona. Dicha propiedad se puede utilizar para atemperar el aire exterior antes de entrar en el interior. Esta es la función del pozo canadiense.

Por lo tanto, el funcionamiento del pozo canadiense consiste en tomar el aire exterior y hacerlo circular por una serie de conductos enterrados a cierta profundidad donde la temperatura es constante todo el año. Esta cualidad permite que el aire que circula, ceda o absorba calor según la época del año, debido a la diferencia de temperatura entre el aire y el terreno. Los conductos por donde circula el aire deben de ser conductores, para que el pozo canadiense actúe así como intercambiador de calor. Una vez dentro del edificio, el aire puede haber alcanzado la temperatura de confort o no. En este último caso es cuando se requiere de otros sistemas complementarios.

Consideraciones a tener en cuenta en el diseño de un pozo canadiense

Hemos visto que el pozo canadiense es un recurso de bajo o nulo consumo energético para climatizar espacios interiores. Puede ser un sistema muy eficaz para climatizar edificios o al menos pre-tratar el aire. No obstante es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones:

El tipo de terreno

Realizar un estudio previo del suelo que permita conocer la naturaleza del mismo y su conductividad térmica. Esta fase es fundamental para determinar la viabilidad de la instalación.

Mejor en obra nueva

Es una instalación que puede ser cara si se decide instalar en edificios existentes. Mucho mejor realizar la instalación en edificios de nueva construcción.

El diseño del pozo canadiense

La posición, altura y forma del la boca de entrada del aire exterior se debe diseñar teniendo en cuenta las posibles fuentes de contaminación del entorno. Se debe de evitar la entrada de aire contaminado, gases como el radón, polvo, suciedad, insectos y animales. Es fundamental el mantenimiento en perfectas condiciones de los conductos para evitar que afecte a la calidad del aire interior.

También es necesario instalar filtros para purificar el aire, así como estudiar como recoger el agua condensada en los conductos. El riesgo de legionella también es un factor a considerar para el adecuado mantenimiento del pozo canadiense.

El diseño del intercambiador, diámetro y longitud de los conductos, dependerá del tipo de subsuelo. Factores como la superficie de terreno disponible, la profundidad donde se instale el pozo canadiense, el tipo de terreno o el clima de la zona, determinan la idoneidad del sistema.

Los conductos deben de ser buenos conductores para facilitar el intercambio de calor entre el subsuelo y el aire que circula por ellos. Se deben de construir con una pequeña pendiente para facilitar la evacuación de los condensados y además deben de ser estancos. Por último hay que considerar la presión del terreno sobre los conductos por lo que deberán de ser resistentes.

Mantenimiento

Se debe de realizar un mantenimiento mínimo. Para ello se puede llevar a cabo revisiones periódicas aunque sencillas. Verificar el estado de los conductos y de las bocas de admisión y extracción, su limpieza, la eficacia del drenaje y que no se queda el agua que pueda condensar estancada, etc..

Pozo canadiense y ahorro energético

Conocido como recurso de la arquitectura bioclimática, un pozo canadiense bien diseñado ofrece múltiples ventajas:

Permite tratar la temperatura del aire para alcanzar el confort térmico de los usuarios en el interior de los edificios. Reduce por lo tanto la necesidad de utilizar de equipos mecánicos de apoyo consumidores de energía.

Apenas consume energía. Básicamente la energía que pueda consumir el ventilador que hace circular el aire por el interior de los conductos hacia el interior del edificio.  También se puede emplear una chimenea solar en su lugar, con lo cual es consumo puede ser nulo en el caso de que se pueda prescindir del ventilador.

– Reduce la demanda de calefacción y refrigeración. Puede evitar o reducir el uso de instalaciones mecánicas de apoyo para alcanzar el confort térmico interior.

Se puede complementar con un sistema mecánico de ventilación de doble flujo con recuperador de calor. Especialmente útil en invierno reduciendo las pérdidas de calor hacia el exterior y reduciendo aún más la demanda de calefacción. En verano se puede combinar con el free-cooling.

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