La inercia térmica en el diseño y construcción de los edificios, es un recurso fundamental en zonas climáticas donde la diferencia de temperatura entre el día y la noche es elevada, para alcanzar el confort térmico de sus usuarios en el interior de los mismos. Dicha inercia se consigue mediante el empleo de materiales capaces de almacenar energía durante el día y liberarla durante la noche. Esta medida pasiva permite ahorrar en consumo de energía en calefacción e incluso en refrigeración, manteniendo una temperatura estable en en los espacios interiores a lo largo del día. En este post analizamos cómo.
Actualizado a 20-12-2016
Imagen. http://www.greenspec.co.uk. Thermal mass
¿Qué es la inercia térmica?
La inercia térmica es un recurso utilizado en la arquitectura bioclimática. Consiste en la capacidad de determinados elementos, arquitectónicos en este caso, para almacenar calor, conservarlo y liberarlo de una manera paulatina permitiendo un menor uso de sistemas mecánicos de calefacción e incluso de refrigeración. Con esta capacidad se puede alcanzar temperaturas estables a lo largo del día. Por otro lado la inercia térmica depende de las características del material de dicho elemento:
– Su calor específico (c) o capacidad para almacenar calor (c = J/Kg.K).
– Su masa (Kg): la capacidad calorífica (C), mide relación entre la energía o calor transmitida a un cuerpo y la variación de temperatura que experimenta (C = J/K). Cuanto mayor es la capacidad calorífica de un cuerpo, mayor energía hay que transmitirle para que aumente su temperatura en un grado; y cuanto mayor es su masa (C = c x masa (Kg)), mayor es la capacidad calorífica, y por tanto su inercia térmica.
– Su densidad (Kg/m³). Relaciona el volumen y la masa del elemento. A mayor densidad, mayor inercia térmica.
Tecnología solar pasiva para calefacción y refrigeración aprovechando la inercia térmica.
La inercia térmica de materiales utilizados en la construcción permite mantener la temperatura estable a lo largo del día, en los espacios interiores habitables. En verano, un muro másico, que presenta una gran inercia térmica, absorbe calor durante el día del ambiente interior, debido a la diferencia de temperatura entre ambos, lo va almacenando de manera progresiva, y se disipa durante la noche, con una ventilación adecuada. A la mañana siguiente, dicho muro ha reducido su temperatura, para empezar de nuevo el ciclo: absorbe calor durante el día, y lo emite durante la noche, manteniendo una temperatura constante y reduciendo la necesidad de utilizar el equipo de refrigeración.
Durante las estaciones más frías, el funcionamiento consiste en almacenar calor durante el día, para después devolverlo al ambiente interior durante la noche cuando desciende la temperatura. Se trata de mecanismos de refrigeración y calefacción pasivos, que aprovechan la diferencia de temperatura entre el elemento constructivo y su entorno, amortiguan las diferencias térmicas, y se comportan de forma anticíclica (amortiguación y retardo).
Evidentemente, el aprovechamiento efectivo de estos sistemas implica un estudio previo del clima en el que se ubica el edificio – orientación, asoleamiento, horas de radiación, etc.-, y una adecuada aplicación del mecanismo, que evite temperaturas elevadas en estancias donde no se requiere, junto con un buen sistema de ventilación, que permita enfriar la masa térmica en verano.
Imagen: www.ocv.unia.es; Fuente: Pilar Pérez del Real
Materiales con elevada inercia térmica
El uso de medidas pasivas en la construcción, permite reducir el consumo de energía de las instalaciones térmicas por lo tanto para alcanzar el confort deseado en el interior de los edificios. Entre estas medidas, destacamos el uso de materiales con gran inercia o capacidad calorífica como el agua, el granito, la tierra seca o el adobe (capacidad calorífica entre 500 y 1000 Kcal/m³°C); para la construcción de elementos constructivos bioclimáticos.
Otros materiales más habituales en la construcción y que también tienen una capacidad calorífica aceptable son la madera, el ladrillo o el hormigón, por un lado (entorno a 400 Kcal/m³°C), y los aislantes térmicos (capacidad calorífica inferior a 40 Kcal/m³°C) como la lana mineral, el EPS y el poliuretano, o la celulosa que se utiliza como aislamiento térmico, por otro.
La inercia térmica no es la solución idónea para todos los casos
– Los espacios con envolvente térmica de gran inercia, necesitan más tiempo para calentarse al principio, para alcanzar la temperatura de confort deseada; por lo tanto, no es un recurso adecuado en edificios que no se usen de forma continuada o permanente. Este es el caso de segundas residencias, que pueden permanecer cerradas de lunes a viernes, y sólo se utilizan durante el fin de semana.
– La inercia térmica junto a un buen aislamiento térmico puede ser un recurso factible que permite mantener una temperatura constante durante el día en el interior de una vivienda, siempre y cuando dicha vivienda permanezca cerrada durante el día y la temperatura nocturna no supere los 25º C.
– En verano es conveniente oscurecer o bloquear la radiación solar en las orientaciones este y oeste, ya que la excesiva radiación solar puede llegar a ser un problema. Si a ello se suma una elevada inercia térmica, el resultado puede ser justo lo contrario al deseado.
– La construcción en seco, con materiales ligeros poco conductores del calor y con uniones mecánicas, permite la construcción de envolventes térmicas y estructuras de baja inercia térmica, en los que las pérdidas de calor son mínimas. Es un tipo de construcción común en EEUU, Norte y Centro de Europa o Canadá. Países fríos donde las viviendas se construyen con madera y derivados, así como aislamientos térmicos de espesores importantes, vidrios muy aislantes y sellados continuos, donde no existen juntas o superficies frías que absorban el calor. Este tipo de construcciones tienen que ser muy estancas al aire.
En España, por contra, es común la presencia de puentes térmicos y falta de estanqueidad al aire de los edificios, debido al sistema constructivo tradicional empleado, mediante uso de materiales que incorporan agua como el cemento, el hormigón, el yeso, el mortero o la cerámica, y que facilitan la transmisión y el intercambio de calor con el entorno. Si estos edificios tienen inercia térmica, podrán almacenar energía en su masa, pero al ser conductores, serán sensibles a las pérdidas de calor, y por lo tanto sus instalaciones térmicas consumirán más energía. Una alternativa en la península puede consistir en utilizar un sistema de construcción que incorpore aislamiento por el exterior, ya que es poco conductor, y elementos de inercia térmica en el interior y no en la envolvente térmica del edificio.
La construcción de muro trombe o de espacios que actúen como invernaderos, el uso de la grava para almacenar calor en cámaras sanitarias, enterrar la edificación en el suelo, etc,…son estrategias que se aprovechan de la inercia térmica de los materiales para climatizar los espacios interiores, sin el uso de medios mecánicos. ¿Qué otras medidas arquitectónicas similares conoces? ¿ Son efectivas? Participa con tus comentarios.
¿Te ha parecido interesante este artículo? Participa con tus comentarios y consultas justo abajo y comparte en redes sociales.
Si eres certificador energético, date de alta en nuestra web y recibe encargos directos de clientes sin intermediarios.
Aprende a realizar certificados energéticos con este curso online gratis
excelente post, clara y sintética explicacion del concepto de bioclimatismo o aprovechamiento solar pasivo aplicado a vivienda y recomendaciones.
siempre estan mezclados y nunca refieren al concepto basico del inercia termica.
gracias
Oscar
Hola amigos:
Enhorabuena por el artículo.
muy bueno el material, me fue de mucha ayuda….gracias
Muy interesante!
Conoces algún(a) web(s) en las que encontrar información más amplia acercas de soluciones, materiales, históricos de horas de sol por zonas, inclinación del sol por temporadas, etc?
Gracias!
Enhorabuena Paula. Muy bueno el articulo. Sobre todo porque al explicar las diferencias entre emplear un tipo de materiales u otros habla de pros y contras de cada sistema y no, como algunas veces solemos leer, de la absoluta idoneidad del sistema, comentado como “la panacea”.
Excelente! He revisado publicaciones de diferentes arquitectos, incluidos libros, y en su gran mayoria suponen que el uso de inercia térmica (no confundase con muro Trombe) como estrategia es la solución a cualquier arquitectura. INCORRECTO!. La realidad, como ustedes la plantean, depende del clima y demas factores. En lugares con bajos niveles de radiación solar, como sucede en grandes latitudes norte o sur, la radiación solar es muy baja como para provocar un efecto positivo. Todo lo contrario sucede, es decir se genera un flujo de energia termica desde el interior al exterior, por lo que en realidad el efecto es claramente negativo. Por eso en climas muy fríos o helados no se utiliza esta estrategia como cerramiento de la arquitectura. Excelente articulo! Un abrazo desde Argentina
Buenos noches Jaime, estoy planeando una construccion nueva en Pilar, Buenos Aires. He leido mucho acerca de diferentes tipos de construcciones, tradicional, con paneles EPS, steel frame, con aislacion SATE exterior, interior o intermedia con paneles EPS hormigonados. Que me recomendarias para el clima de Buenos Aires en relacion con la inercia termica? Gracias
Hola! Muy bueno el articulo.
Quiero saber si hay alguna formula para calcular la inercia termica de un muro.Y sabrían explicarme como se aplica?
Gracias!
Hola Sandra. Te recomiendo este artículo: https://www.certificadosenergeticos.com/masa-termica-aislamiento-cerramiento-mismo. Un saludo!
Tengo un negocio con una altura de 6 metros de altura y sólo una puerta el calor en verano es horrible, que puedo hacer??? Unos extractores en el techo funcionarían??
excelente muy bueno e informativo.