Una cubierta vegetal en un edificio es un tipo de techo verde, que junto con las cubiertas que incorporan placas de energía solar térmica o fotovoltaica o las que se protegen con materiales de alta reflectancia, mejoran la eficiencia energética de los edificios, ya que colaboran en el ahorro en el consumo de energía. Su función es mejorar el comportamiento energético del edificio con respecto a su entorno. También conocidas como azoteas verdes o cubiertas ajardinadas, nos podemos encontrar con diferentes tipologías ¿Crees que es una tecnología eficiente en la práctica? ¿Tienes experiencia en la colocación de cubiertas verdes? ¿La incluyes en tus proyectos? Comparte tus conocimientos con nosotros.
Actualizado a 24-01-2017
La cubierta vegetal es un tipo de cubierta que ya se utilizaba en los países nórdicos como aislamiento térmico. Sirve para controlar la humedad y también regula la temperatura en el interior gracias a su inercia térmica. En países como Islandia, Noruega o Canadá se utilizan para aislar del frío, puesto que la vegetación de la cubierta acumula calor en invierno, mientras que en países cálidos como Tanzania, mantienen fresco el interior a pesar de la radiación solar exterior.
Actualmente se ha extendido a otros países de Europa y Estados Unidos. En la ciudad de Copenhague ya es obligatorio para propietarios de nuevas azoteas tener algún tipo de vegetación en ellas. En algunos países existe normativa que regula y/o bonifica la instalación de techos verdes.
Se ha comprobado que la cubierta vegetal colabora en la reducción de la temperatura en las ciudades. No se trata de llenar de azoteas vegetales todos los edificios en zonas urbanas, pero un uso racional de esta tecnología reduce el efecto de isla de calor, causado por la alta densidad de edificios construidos, el tráfico o el uso de los aparatos de aire acondicionado. El efecto de isla de calor se produce en las ciudades, y puede suponer hasta un aumento en 10 grados de la temperatura respecto de la periferia urbana.
Cubiertas vegetales en LEED (Leadership in Energy and Environmental Design)
¿Conoces la certificación ambiental de edificios LEED? Actualmente por la versión 4, la herramienta LEED incluye como estrategia sostenible, en la categoría de Parcelas Sostenibles, la instalación de cubierta vegetal por todos sus beneficios medioambientales y económicos:
1. Reduce la cantidad de corriente de agua de lluvia, reduciendo el riesgo de inundaciones, ya que retienen un porcentaje elevado precipitaciones -hasta el 90%- y posteriormente, una parte se evapora, y el resto se conduce de manera retardada; y mejora la calidad de la misma, ya que filtra los contaminantes y metales pesados del agua de lluvia.
2. Filtra contaminantes y CO2 del aire, reduciendo la contaminación a través de un proceso natural.
3. Reduce el consumo de energía ya que proporciona aislamiento térmico. Funciona como regulador de la humedad y también de la temperatura interior debido a la inercia térmica que puede proporcionar la cubierta vegetal en su conjunto.
4. Aumenta la vida útil de la cubierta, ya que la barrera impermeable queda protegida de la radiación solar, del calor y el frío, y de las tormentas.
5. Reduce el efecto de isla de calor en el ambiente urbano, y proporciona espacio verde para cultivar o para el esparcimiento, según el tipo de cubierta vegetal.
6. Promueve la biodiversidad ya que permite el crecimiento de especies. El desarrollo de huertos urbanos en azoteas puede ser una opción interesante en los entornos urbanos, e incluso ofrece la posibilidad de poder cultivar nuestros propios productos “en casa”.
Elementos de una cubierta vegetal común
La cubierta vegetal se componen de:
Capa impermeable. Se coloca sobre el soporte de la cubierta -forjado- y para este tipo de cubiertas tienen que ser anti-raíces. Lo habitual es utilizar materiales impermeabilizantes tipo EPDM -compuesto de caucho reciclado- o PVC -también reciclado. Si se utilizara alguna lámina impermeable que no estuviera preparada para impedir su rotura debido a la presencia de raíces, habría que colocar una doble lámina y algún tipo de imprimación de protección anti-raíces.
Aislamiento térmico. Algunas cubiertas vegetales incluyen una capa de aislamiento térmico.
Capa drenante. Su función consiste en evacuar el agua de la cubierta evitando su acumulación, y por tanto la formación de hongos en las raíces de las plantas. Puede estar formada por una capa de grava o bien una lámina de polietileno de alta densidad. El polietileno es un plástico que se puede reciclar.
Capa de retención. Esta capa almacena agua de la cubierta ya que presenta concavidades. Se puede unificar la capa drenante y la de retención en una única capa.
Capa filtrante. Consiste en un geotextil cuya función consiste en impedir el lavado de la capa de sustrato que queda por encima. Al evitar la lixiviación, el sustrato mantiene sus propiedades favoreciendo el crecimiento de las plantas. Se coloca sobre la capa drenante y suele ser de polipropileno de 125 g/m².
Capa absorbente. La función principal de esta capa es retener agua y liberarla de forma paulatina, especialmente indicada para climas secos, con escaso mantenimiento de la vegetación de la cubierta y en las se la evaporación del agua se produce de forma rápida. Puede formar parte del propio sustrato o bien colocarse justo debajo de éste.
Sustrato. Es la tierra sobre la que se arraiga la vegetación. Debe tener los nutrientes y acidez adecuados al tipo de vegetación que se plante en ella. El espesor idóneo suele ser entre 4 y 15 cm. La altura de la vegetación no debería superar los 50 cm.
El sustrato sirve de base para el crecimiento de la vegetación seleccionada. Además se puede colocar una capa de protección que dificulte el crecimiento de plantas diferentes a las deseadas, y que colabore en el mantenimiento de la humedad del sustrato. Esto es muy práctico en climas secos ya que permite reducir la necesidad de riego. Para ello se puede utilizar, especialmente en climas secos, material de mulching, corteza de pino, grava volcánica, etc., cuya finalidad consiste en reducir la evapotranspiración.
Fuente: Urbanolismo.
Para pensar…
Parece ser que Conpenhague no será un caso aislado en esta tendencia u obligación por llenar de cubiertas verdes las ciudades. El periódico digital lasprovincias.es publicaba en marzo de 2010 que la revisión del Plan General de Valencia con vigencia hasta 2025 podría obligar a disponer de cubierta vegetal en los nuevos edificios. Una estrategia basada en criterios medioambientales que mejora el paisaje de la ciudad así como la eficiencia energética de los edificios.
Noticia de 2010: Todos los nuevos barrios tendrán jardines aéreos en los edificios.
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Mi nombre es Francisco Javier, y llevo dos años trabajando con techos verdes en un proyecto de investigación en la Universidad de Córdoba, optimizando la selección de plantas, tipo de sustratos, etc.
Además, me encuentro en un programa de emprendimiento con un proyecto de instalación de #TechosVerdes y elaborando una tesis de Máster también sobre este tema.
Creo que es el futuro para rehabilitación energética de nuestras ciudades. El ahorro energético, la disminución de la temperatura (interior y exterior), el aumento de la biodiversidad y lucha contra el efecto invernadero, hacen de este tipo de cubiertas un elemento esencial para nuestros edificios en un plazo no demasiado lejano.
Hola Francisco Javier! ¿qué tal te fue el emprendimiento? Yo estoy empezando algo igual en Madrid y una de las patas que me falta es el de tener informes que ya hayan certificado ahorros energéticos en edificios con cubiertas verdes existentes. ¿sabes donde podría encontrarlos?
Gracias,